ALIMENTACION EN OTOÑO: " Equilibrando cuerpo y emociones"

Al igual que sucede en la naturaleza, como formamos parte de ella, en esta época del año, experimentamos muchos cambios sobre todo a nivel energético y emocional... dejamos de estar tanto tiempo al aire libre, sentimos la necesidad de ir hacia adentro nuestro, nos aislamos más, sufrimos transformaciones a nivel físico, como la piel que se reseca, o el cabello que se cae, nuestros pulmones e intestino que se vuelven más vulnerables, y aparecen los resfríos, la constipación.

Algunos se sienten más cansados que de costumbre, o incluso tristes, y ni hablar de los cuadros de depresión que se pueden acentuar.

También hay muchos mitos, como la creencia de que necesitamos comer comidas más calóricas por el frio, dato erróneo. y sirve de excusa para dar lugar a comidas altas en grasas, en harinas, azucares.

Es en este contexto que surge la pregunta de ¿como tendríamos que alimentarnos teniendo en cuenta todos estos cambios? es decir, teniendo en cuenta los ciclos de la naturaleza.

Desde un enfoque de nutrición holística, partiríamos de identificar que órganos necesitan mayor cuidado, y en este caso serían los pulmones y el intestino grueso.


Por lo que tendríamos que incluir alimentos que los limpien, hidraten, que equilibren, que los fortalezcan, por ejemplo, un mayor aporte de vitamina c, de vitamina d, de triptófano, de omegas 3, cereales integrales, y no olvidarnos de los prebióticos y probióticos (kéfir, chucrut, yogures fermentados).

Es decir, centrarnos en mejorar nuestra microbiota, reforzar nuestro sistema inmunológico, de forma tal que podamos también impactar en nuestra salud mental. emocional.

¿Es esto posible? esto es una realidad. porque en nuestro intestino se produce el 90% de la serotonina, un neurotransmisor que regula el estado de ánimo, (algunos le llaman la hormona de la felicidad) y que en estudios científicos donde se ha comparado la microbiota de personas con depresión y sin depresión, las primeras carecían de ciertas bacterias que tenían que ver con la producción de serotonina.

Pero cuando hablamos de serotonina, tenemos también que hablar de los alimentos que ayudan a producirla y , de los factores que afectan esta producción. (como el alto consumo de harinas, grasas)



Acá entra el famoso triptófano, este aminoácido esencial que lo podemos incorporar por ejemplo cuando comemos, bananas, frutos secos, chocolate negro. lechuga, ananá, dátiles, semillas de sésamo, girasol y calabaza. Gracias al triptófano, las bacterias pueden producir serotonina.


¿Pero qué pasa cuando tenemos un nivel de serotonina bajo?, además de impactar en el estado de ánimo, también lo hace en la producción de melatonina (que nos ayuda a conciliar el sueño)

y si no hay un buen descanso, nuestro sistema inmunológico se debilita. por ende, en esta época del año, hay más riesgos de contraer gripes y otras enfermedades respiratorias.


Es decir, que además de comer lo que necesitamos para fortalecer nuestra microbiota, nuestro sistema inmunológico , debemos dormir más, bajar el ritmo, desacelerar... darle tiempo al cuerpo a regenerarse...

y es en este proceso, donde la palabra limpieza depuración cobran mucha importancia, el cuerpo necesita expulsar mucosidad (para lo cual es fundamental, limitar lácteos grasas azucares, harinas), deshacerse de los desechos.

Necesitamos acomodar nuestros horarios de ingestas, dejando la cena para más tardar 19 hs. y permitiéndole al cuerpo un ayuno reparador. Incorporando por ejemplo prebióticos como la cebolla el puerro, ajo que facilitaran la depuración.

No es un dato menor, que el hígado y la vesícula estén más activos entre las 12 y 3 de la madrugada. Es esta franja horaria donde el cuerpo elimina todo lo que no le sirve. donde se regenera. pero este proceso requiere que la última comida haya sido temprano, y haya sido liviana.

Sin embargo, la mayoría de las personas, comen tarde, y abundante., por lo que la congestión hepática y los problemas de vesícula son frecuentes.

Acomodar nuestros horarios de ingestas y de sueño, ayuda. desinflama, regula hormonas, favorece la depuración hepática.



Alimentarnos en otoño, implica además validar emociones como la tristeza que puede aparecer, comprendiendo que es una emoción propia de la época, que puede aparecer deseos de comer alimentos altos en carbohidratos y azucares y acá es donde debemos ser conscientes que en este caso es mejor elegir fuentes de triptófano, que nos ayudaran a levantar el ánimo, a producir más serotonina. que puedo sentir la necesidad de comer guisos, estofados, y eso no está mal, solo hace falta mejorar la calidad, reducirle calorías eligiendo cortes de carne magros, incorporarles más vegetales y cereales integrales.


La naturaleza es sabia, solo necesitamos tomar todo lo que tiene para darnos y no solos sus alimentos de estación. sino también imitar su comportamiento en cada uno de sus ciclos...


“si los árboles se secan y son capaces de desprenderse de sus hojas. Y luego florecen…. ¿cómo nosotros podemos florecer, sino soltamos aquello que ya está seco, que ya no nos sirve, que no nos hace bien?

esta época del año debemos usarla para tomar toda la energía que trae, hacer un viaje a nuestro interior, quien soy? ¿que quiero? que necesito? que debo dejar?

hay muchas personas que se engripan cuando tienen que atravesar alguna situación difícil o que se constipan con más frecuencia... y pese a hacer todos los cambios dietéticos recomendados, persisten los síntomas...

la tristeza es la emoción que se guarda en los pulmones, cuando nos engripamos muchas veces lo que estamos haciendo es desprendernos de esos cúmulos de tristeza.

 lo mismo con nuestro intestino...cuando se inflama, cuando nos constipamos… ¿cuántas cosas retenemos. . guardamos que no nos hace bien...? que no queremos cambiar, no queremos soltar.?.

Es momento de hacerlo.

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